Crónica de un retraso anunciado
Otra vez, me da un poco de coraje (no demasiado, para qué nos vamos a engañar) no tener la disciplina suficiente para escribir
Otra vez, me da un poco de coraje (no demasiado, para qué nos vamos a engañar) no tener la disciplina suficiente para escribir
Doña María Saéz Yrauregui era natural de Bilbao, su marido, Don Martín Escauriça trabajó en la primera imprenta que se abrió en la
A pesar de los buenos sentimientos y presentimientos, voluntades y propósitos, me ha sido imposible actualizar el blog y escribir de tantas cosas